Viviendo en diferido

A veces la vida nos pone en medio de una serie de situaciones o de momentos que hacen que te preguntes ¿es la vida complicada o somos nosotros los que la complicamos? Si te paras más detenidamente a pensar sobre esto, puedes llegar a la conclusión de que la vida es muy simple, de que las cosas que te pasan a lo largo de los años: gente que viene, gente que va, oportunidades desaprovechadas o grandes logros; suceden por una razón muy simple, lo que te pasa tenía que pasar y a partir de ese instante, es cuando te das cuenta de que justo cuando te paras a pensar, comienzas a complicar la vida, tu vida, pensando en el por qué de las cosas, en las consecuencias y no, por una vez, no pensar y dejarte guiar por lo que tu corazón, y no tu cabeza, desean en ese preciso instante. En la vida, todos queremos permanecer en nuestra zona de confort, en la zona segura, en la que sabemos que todo está bien y que nadie ni nada podrá hacer que tropezamos o simplemente que nos hagan daño pero es que l

Hay un momento en la vida en que decides plantarte. Se acabó ser la chica inocente e ingenua que se cree todo, esa chica de la que todos se ríen y a la que nadie respeta. Llegado el momento, una decide irse, cerrar por completo un capítulo de un libro que no merece la pena seguir escribiendo y comenzar uno nuevo desde cero. Comenzarlo con las lecciones aprendidas, con varias ostias en la espalda y varias decepciones en el corazón. Con los años, además, te das cuenta de quienes son aquellos que de verdad estarán a tu lado por siempre, o quien, simplemente, estarán a tu lado para estorbar y hacerte caer cada vez que puedan. Con los años, todas aquellas personas aprenderás a ponerlas en el lugar que se merecen porque quien te quiere, que no te engañen, ni te hiere ni te hace llorar, simplemente quiere que todo eso no pase e intenta lo contrario, intenta que seas feliz porque la sonrisa será el mayor de sus premios. Y ten en cuenta, que aquel que te hiere, aun sabiéndolo, y no se digna