Cada noche que pasaba ella se preguntaba que era lo que hacía mal cada segundo que pasaba con él, ella pensaba que quizá eran invenciones suyas y todo era perfecto, y que cuando se separaban no podían vivir el uno sin el otro y se extrañaban, también creía que cuando volvieran a verse todo sería como si nunca hubiese ocurrido nada y ella diría hola, y él la abrazaría fuertemente mientras susurraba a su oído "te extrañé tanto..."
Lo bueno de todo aquello es que solo eran meras invenciones que ella hacía en su cabeza por lo que podría suceder todo lo que deseara, pero luego llegaba el momento de darse de bruces con la cruda realidad de que nada es perfecto, y de que nada ocurre como deseas por el mero hecho de que lo sueñes así.

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