Mucha gente, pocas personas.
En la sociedad que vivimos actualmente no veo un mínimo razonable y optimista de personas, solamente logro ver gente que pasa delante de otra gente con prisa, mirando a los demás por encima del hombro como si ellos se tratasen de dioses venidos del mismo Monte Olimpo, cuando en realidad no son más que eso, gente.
Gente que se ríe ante la desgracia de los demás, gente que le importa más su propio interés que el resto de gente que hay a su alrededor, gente que pisa y mata a otra solo para lograr los objetivos que se propone, gente a la que parece la cuesta mostrar un simple gesto de compasión con lo que ocurre en el mundo, gente que vive más pendiente de cómo lucen ese día que de cómo lucen en su interior.
Cada vez que veo el telediario, leo el periódico o salgo a la calle me pregunto si algún día esa gente se dará cuenta y cambiará, si algún día nuestros hijos, nuestros nietos o quien sea podrá ver una sociedad de más personas y menos gente.

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