Hay ocasiones en las que ni tú mismo puedes describir como te sientes, días en los que el más mínimo detalle puede hacer que tu día se convierta en un día que desearías acabase pronto, días en los que no sabes exactamente qué ocurre pero sabes que algo anda mal.
Días en que solamente deseas estar solo, huir lejos y desconectar, en los que te sientes sobrepasado por todo y por todos.
No siempre todo es del color de rosa, no siempre la gente tiene una sonrisa en la cara, somos personas, somos humanos, todos tenemos días malos en que no queremos saber nada de nadie y que todo nos afecta sobremanera.
Ojalá no tuviésemos que vivir días en los que te sientes de más, o de menos, pero es que la vida es así, no tienes nada que hacer contra ello, solo puedes aprender a bailar la vida y dejar que las cosas fluyan, pues poco a poco todo acaba volviendo a su lugar como cuando tiras de un chicle intentando romperlo pero vuelve a su posición inicial.

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