La lluvia caía levemente rozando sus frías mejillas mientras ella permanecía inmóvil disfrutando de la única compañía de la naturaleza y la lluvia. Nunca logró comprender por qué la gente odiaba tanto la lluvia, no sabía si los raros eran ellos o si en verdad se trataba de ella, lo único que sabía es que no había placer mayor en el mundo para ella que sentir la lluvia precipitándose y acariciando su piel como frías caricias.
Se dejaba llevar...
Ella solo buscaba alguien que la quisiera, y podría decirse que ya hasta había desistido en la búsqueda... ¿De verdad podía ser tan complicado encontrar alguien que la quisiera de verdad?¿Qué lo hiciese bien? Sólo por una vez... Y, de repente, apareció él, vestido de inocencia y con aire fresco, y qué aire... Y ella, como tantas otras veces hizo, se dejó llevar. No quiso ponerse cadenas, atarse, no quería reprimir ni uno solo de los sentimientos, pues al menos, pensó, se sent ía viva de nuevo después de mucho tiempo. Con él todo era distinto, no se sentía una mera marioneta o un juguete más que utilizar cuando te aburres y se dejó llevar aún más... Y llego el día, ese que ambos tanto temían... Ese día, todo cambió, algo se accionó en su cabeza y no quiso protegerse más, quiso derribar todos sus muros por una vez, dejar a lo que fuera que fuese aquello que sentía, que entrase. Lo que ella no sabía, es que arrasaría con todo hasta dejarlo en ruinas como ese tsunami que se lleva p...
Comentarios
Publicar un comentario
Espero vuestra opinión y que os guste. Gracias por visitarme :)