A lo largo de nuestra vida pasan a nuestro lado un sin fin de trenes, de nuevas oportunidades, de las que dejamos escapar la gran mayoría.
Todas esas oportunidades que dejamos escapar entre nuestros dedos, esos trenes que creímos sin parada, esos barcos que nunca llegarían a buen puerto, día tras día nos acaban atormentando. No dejamos de pensar en que hubiera pasado si...o y si hubiese hecho esto o lo otro... Esta indecisión es la que provoca las noches de insomnio, las horas y horas dando vueltas en la cama porque los pensamientos suenan más alto que tu propia voz.
Siempre pensamos constantemente en y si hubiese cogido esa llamada, y si no me hubiese ido ese día, y si me hubiese intentado quedar...
Nunca en tu vida podrías pensar que hasta la más pequeña de las decisiones que tomamos en nuestro día a día podrían llegar a cambiar de una forma tan radical, en algunos momentos, tu vida. Pero ahora, te das cuenta de todo ello, de que los pequeños detalles cuentan, que las pequeñas decisiones pueden formar enormes oportunidades, y que aunque nos encontremos algún bache o algún altercado a lo largo del viaje, siempre, siempre, el tren llega a su destino.

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